Marcelo Galindo, Pablo Katchadjian, Santiago Pintabona

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Tanto sol y nadie que me toque la espalda.

La playa está vacía, no tengo familia,

a los treinta años me mudé para acá.

Tanto sol, hace calor y con razón, nadie viene por acá:

el mediodía y el olor

del salmón medio podrido que

me apoyé en la espalda para atraer a las moscas

que después uso para pescar

son el límite.



































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